Propaganda: qué es, ejemplos, tipos, diferencias de la publicidad

Político

La propaganda es la formación intencional de la opinión pública al imponer ciertos puntos de vista, ideas y puntos de vista. Su tarea principal es garantizar que en las mentes de la mayoría de las personas se arraigue en la percepción del mundo circundante, favorable a su fuente. La información que impone propaganda puede ser cualquier cosa, pero debe ser simple y fácil de entender.

Para garantizar que el pensamiento crítico no se vea obstaculizado, los propagandistas apelan a los instintos básicos de las personas (como el miedo, la simpatía, la indignación y el deseo de defender la justicia), dando a la información una coloración emocional poderosa. Y si una persona escucha constantemente la misma declaración, lo cual es fácil de entender y sentir, puede creer cualquier mentira.

El término «propaganda» proviene de la propaganda de la palabra latina – «para extenderse», que a su vez se forma a partir de la palabra propago – «propagación». Se considera que el autor de este término es el Papa Gregorio XV, quien en 1662 creó una organización para la difusión y popularización del cristianismo «Congregatio de Propaganda Fide».

Propósitos de propaganda

De hecho, la función principal de la propaganda es dar un cierto poder sobre las personas. Esto puede aplicarse a un grupo social, un estrato social o toda la sociedad. Si las personas tienen ciertas creencias, esto influirá en gran medida en las decisiones que toman. Ellos mismos no sospecharán que están controlados por la propaganda y casi todas sus decisiones están predeterminadas por hábiles titiriteros-propagandistas.

Cabe señalar que la propaganda no siempre es destructiva y engaña al público objetivo. Es posible promover el autodesarrollo, leer libros, comer saludable, amor por los deportes, preocuparse por el medio ambiente y otras cosas, cuyo valor no duda. Y el mismo término «propaganda», como descubrimos anteriormente, originalmente era parte del nombre de la organización que popularizaba el cristianismo.

Tipos y ejemplos de propaganda

Puede encontrar muchos signos para la clasificación, pero el principal es la construcción de los objetivos. Nos permite distinguir 2 tipos de propaganda: positivo y negativo.

1. Propaganda positiva (constructiva)

El propósito de la propaganda positiva es educar, aumentar la armonía y la armonía en la sociedad, inculcar valores comunes en las personas, popularizar la educación y los estilos de vida saludables. La propaganda constructiva suele ser beneficiosa no para un círculo estrecho de partes interesadas, sino para aquellos a quienes se dirige. No tiene la tarea de manipular a la sociedad, pero busca mejorar el bienestar de los ciudadanos.

Ejemplos de propaganda positiva:

  • Popularización de deportes y estilo de vida activo;
  • promover el rechazo del comportamiento adictivo;
  • promoción de nutrición saludable;
  • promoviendo valores espirituales universales;
  • informar a los jóvenes sobre sexo seguro.

Como regla general, las ideas que se promueven ya son obvias. Por ejemplo, todos saben que es más saludable hacer ejercicio que beber alcohol. Pero por alguna razón, siempre hay más personas en los bares que en los gimnasios. Por lo tanto, cualquier sociedad moderna necesita propaganda constructiva.

2. Propaganda negativa (destructiva)

Este tipo de propaganda generalmente tiene como objetivo incitar la enemistad social y las contradicciones agravantes. Su herramienta principal es atraer a los instintos primitivos a través de las emociones. En particular, explota nuestro deseo instintivo de defender la justicia para formar una «imagen enemiga» e incitar el odio hacia un determinado grupo social, nación u otra comunidad.

Ejemplos de propaganda negativa:

  • Propaganda de destrucción: formando una imagen enemiga, demonizando al enemigo, «exponiendo» su sistema de valores para justificar acciones hostiles contra él (cualquier propaganda militar utiliza este enfoque hasta cierto punto);
  • Propaganda de la División: incitando a nacionales, sociales, religiosos y cualquier otra contradicción destinada a dividir la sociedad;
  • propaganda de intimidación – intimidación del enemigo para socavar su moral;
  • Propaganda de desesperación: luchando por convencer al oponente de que su situación no tiene esperanza.

De estos cuatro ejemplos de propaganda destructiva, el primero está dirigido a la sociedad y los otros tres al enemigo.

Distinguir la propaganda de la publicidad

A menudo se comparan publicidad y propaganda, pero esta comparación es errónea. La publicidad es una auto-presentación abierta, informando a los consumidores potenciales sobre el producto, elogiando sus ventajas. Al mismo tiempo, prácticamente no usa métodos de propaganda, aunque se utilizan algunos principios (por ejemplo, el impacto en las emociones).

Para comprender mejor la diferencia, podemos comparar la publicidad con la auto-glorificación y la propaganda con la educación de una audiencia.

Si la publicidad comienza directamente a usar técnicas de propaganda, adquiere algunas características de la propaganda y se convierte en agitación. A veces, un mensaje publicitario está especialmente formulado para no tener un efecto individual sino un efecto colectivo, imponiendo un cierto punto de vista sobre la sociedad. En este caso, podemos decir que la propaganda se usa para promover el producto, no la publicidad. Pero todavía no es necesario mezclar estos conceptos.

Formas de propaganda

El canal más efectivo de propaganda se considera televisión. La mayoría de las familias todavía tienen televisores, y muchas personas los mantienen casi todo el tiempo. E incluso cuando nadie está mirando la pantalla, la televisión influye en las personas repitiendo ciertas actitudes. Es posible que las personas ni siquiera escuchen los detalles de las declaraciones individuales, pero forman un conjunto de pensamientos en sus cabezas, que toman como su opinión subjetiva.

El desarrollo activo de Internet en los últimos años está cambiando la situación. Un usuario de la World Wide Web tiene mucha más libertad para elegir fuentes de información que un espectador de televisión. Por un lado, esto crea serios problemas para los propagandistas. Por otro lado, pueden aprovechar el hecho de que los usuarios tienen mucha más confianza en la información que han encontrado (y elegido) por su cuenta.

Métodos de propaganda

Hay muchas maneras de «poner» ideas en las mentes de las personas. Al mismo tiempo, podemos identificar 6 de los métodos más efectivos que la propaganda usa con más frecuencia. Veamos a cada uno de ellos en detalle.

  • Etiquetado. Nuestro pensamiento está tan organizado que recaemos fácilmente en busca de etiquetas. Puede explicar durante mucho tiempo por qué alguien es malo, pero nunca convencer al interlocutor. O puede llamar casualmente a alguien un fascista o un bandido, y el interlocutor recordará esta declaración.
  • Mencionando una fuente significativa. Cualquier declaración suena más convincente si la pasa como la opinión de un «científico famoso» o «experto reconocido». La mayoría de las personas no preguntarán de qué experto están hablando o dónde pueden leer lo que él o ella tiene que decir sobre el tema.
  • Testimonios de celebridades. Si una campaña de propaganda está muy financiada, las celebridades pueden estar involucradas. Muchos fanáticos toman la palabra de sus ídolos al pie de la letra.
  • Deificación. A veces, una cierta idea tiene un significado sagrado para que sea convincente, lo que siempre es importante para una gran parte de la población.
  • Perteneciente a la mayoría. Convertirse en un paria es un miedo instintivo a cualquier ser vivo. Por lo tanto, las personas aceptan voluntariamente el punto de vista que es característico de la mayoría. Esto significa que es suficiente presentar alguna declaración como «opinión popular», y muchas personas creerán en ella incondicionalmente.
  • Miedo. Otra técnica de propaganda efectiva es inculcar una sensación de amenaza inminente. La naturaleza de la amenaza no es importante. Si es posible inculcar este sentimiento en una persona, se vuelve mucho más fácil controlar sus pensamientos.

Principios de propaganda

Independientemente de los objetivos y objetivos establecidos, se deben observar 6 principios de propaganda para lograr la máxima efectividad:

  • Invisibilidad. El consumidor de información no debe saber que es propaganda.
  • Coloración emocional. Cuantas más emociones evoca un mensaje de propaganda, más efectivo es, incluso si contradice las leyes de la lógica.
  • Binaridad. Cualquier propaganda trata de dividir el mundo en «blanco» y «negro», sin dejar opciones intermedias.
  • Atractivo. Las personas están más dispuestas a aceptar la versión de eventos que son preferibles para ellos o corresponden a sus ideas existentes.
  • Sencillez. El mensaje de propaganda debe ser lo más simple, accesible y inequívoco como sea posible.
  • Repetición. Cuantas más veces una persona escuche una determinada declaración, menos duda tiene sobre su verdad.

¿Cómo protegerse de la propaganda?

Vivimos en la era de la información. Esto significa que constantemente recibimos información y no podemos simplemente ignorarla. Por lo tanto, es necesario monitorear cuidadosamente qué y desde donde aprendemos. Solo dicho control puede proporcionar al menos una protección mínima de la propaganda. Una persona que no usa dicha protección ni siquiera notará cómo se formará su punto de vista para él. Al mismo tiempo, afirmará que no ve televisión y no está expuesto a la propaganda.

Además, es importante trabajar en su educación y desarrollar un pensamiento crítico. El filósofo francés del siglo XVIII Claude Helvetius dijo: «El conocimiento de algunos principios se libera del conocimiento de algunos hechos». Y esta es una de las tesis más importantes para una persona que puede pensar críticamente sobre la información entrante. Es importante no olvidar que es mucho más difícil eliminar la basura de propaganda de la cabeza que mantenerla fuera.

Conclusión

El término «propaganda» tiene poco más de trescientos años, pero el fenómeno en sí mismo ha existido durante probablemente tanto tiempo como la sociedad humana. Religiones, luchas de poder, campañas militares: todo esto requirió una manipulación hábil de la conciencia de las masas. E incluso hoy, a pesar del nivel de desarrollo tecnológico e intelectual de la humanidad, la propaganda sigue siendo una herramienta poderosa para dar forma a la opinión pública. Sin embargo, hay aspectos positivos. La propaganda puede ser constructiva, y puede usarse para armonizar la sociedad y mejorar la calidad de vida de las personas.