Escalada: lo que es en palabras simples, ejemplos, signos, etapas

Carta al sultán turco

La escalada es la intensificación, expansión o agravación de un determinado proceso. En la mayoría de los casos, se entiende una situación de conflicto u otra confrontación. Es decir, la escalada es un aumento en la tensión, la agravación del conflicto, su transición a una etapa más calentada, acompañada de una mayor división entre las partes y las posibilidades reducidas de una resolución favorable.

El término opuesto es la «desescalación», lo que significa una disminución de la tensión, un estrechamiento del alcance del conflicto y el progreso exitoso hacia la reconciliación.

El término «escalada» se deriva de la escalada de palabras inglesas, que tiene el mismo significado, pero literalmente significa «subir la escalera». Hay una conexión obvia con la palabra «escalera mecánica». Y, sin embargo, la palabra «escalada» se usa principalmente en relación con situaciones de conflicto. Probablemente, su significado fue influenciado por un concepto como «Escalade» (una forma especial de asaltar ciudades, cuando los atacantes treparon las murallas de la ciudad en las escaleras).

Ejemplos del uso del término

El término rara vez se usa para describir conflictos nacionales. Como regla general, se refiere a la escalada de confrontaciones internacionales, protestas sociales y otras situaciones a gran escala. Aquí hay algunos ejemplos típicos de cómo se usa el término:

  • escalada de tensiones: deterioro de las relaciones entre países (guerras comerciales, ruptura de relaciones diplomáticas) o entre un gobierno y un pueblo;
  • escalada del conflicto militar: escalada de confrontación a una fase caliente, uso de armas más destructivas;
  • Escalación de la agresión: la transición a una acción más decisiva en situaciones donde el conflicto tiene el carácter de agresión unilateral.

Como ejemplo no relacionado con el conclice, podemos dar un concepto como «escalada tarifa». Se puede utilizar para referirse a un aumento en los precios de ciertos bienes y servicios. En la práctica, sin embargo, se usa con mayor frecuencia en relación con los aranceles aduaneros, que generalmente se relacionan con las confrontaciones económicas y comerciales a nivel internacional.

Signos de escalada de conflictos

Es posible hablar sobre la escalada de una confrontación prolongada que no se ha intensificado a una fase caliente, pero está cerca de ella, si hay los siguientes signos:

  • La imagen del enemigo crece características negativas. Cualquiera de sus acciones se interpreta como atrocidades injustificadas.
  • El enemigo es retratado lo más primitivo posible, no digno de discernir sus motivos y objetivos.
  • Si no es posible explicar las acciones del enemigo por ira irrazonable, se inventa una explicación negativa para ellas.
  • Se le niega la pena al enemigo. La propaganda hace todo para hacer que las desgracias del enemigo causen la alegría de la población, no la simpatía.
  • La culpa de cualquier problema se transfiere al enemigo.
  • Aquellos que continúan cooperando con el enemigo también son reconocidos como enemigos.

Como regla general, cuando se intensifica un conflicto, se lanzan todos los esfuerzos para aumentar la hostilidad, el odio y el desprecio por el enemigo, en lugar de la resolución de problemas constructivos.

Etapas del desarrollo de conflictos

Para que surja un conflicto entre dos partes, generalmente se necesita algún tipo de contradicción. Sin embargo, este no es un requisito previo. A menudo, las razones que causan una situación de conflicto no pueden llamarse objetivo. Por ejemplo, pueden ser problemas psicológicos. En tales casos, si el conflicto es desventajoso para ambas partes, intentan resolverlo de inmediato. Pero más a menudo sucede al revés.

Si no hay reconciliación en la etapa inicial, se produce la confrontación entre las partes. Ahora es mucho más difícil llegar a un acuerdo, ya que ambas partes expresan sus quejas entre sí, y el descontento comienza a crecer. El «precio» de terminar el conflicto en esta etapa sigue siendo bajo, pero ninguna de las partes generalmente está dispuesta a pagarlo, ya que lo perciben como una admisión de su propia derrota.

Además, las emociones se vuelven más importantes que la lógica y el sentido común. Ninguna de las partes del conflicto puede permitirse causar al enemigo menos daño moral que el que ha recibido. A partir de este momento, el conflicto comienza a desarrollarse por sí solo. Para detenerlo en esta etapa se requiere los esfuerzos de ambos lados. Y ambas partes se niegan a hacer este esfuerzo.

Cuando el conflicto ya ha estallado, puede resultar que sus causas no son lo suficientemente graves para tal confrontación. En tal caso, las contradicciones y los valores que se mantienen pueden cambiar en el proceso de escalada.

A continuación, las partes recurren a ejercer fuerza entre sí. Esto puede ser varias formas de presión, como amenazas militares, guerras comerciales, sanciones económicas y políticas, intensificación de propaganda nacional e internacional. La cobertura de la prensa del enemigo se vuelve «en blanco y negro» y todas sus acciones se atribuyen a la naturaleza destructiva.

Cada uno de los participantes comienza a absolutamente su propia posición. Las causas originales del conflicto han sido olvidadas desde hace mucho tiempo, y las partes comienzan a exaltar sus propios valores, vilipendiando al enemigo de todas las formas posibles. Al mismo tiempo, en otros aspectos, ambas partes continúan comportándose de manera bastante adecuada, lo que dificulta que los observadores externos entiendan lo que está sucediendo entre ellos.

¿Cómo termina la escalada?

Todas las confrontaciones tarde o temprano llegan a su fin, y no se trata necesariamente de la victoria de una de las partes. Podemos distinguir varias opciones típicas para el final del conflicto:

  • conclusión de un acuerdo de paz;
  • desvanecimiento gradual de la confrontación;
  • victoria completa de una de las partes;
  • transición a otra forma de confrontación;
  • Resolución constructiva del conflicto.

Un acuerdo de paz implica que la causa del conflicto no se elimina, pero las partes encuentran una manera de reconciliarse. A veces, el conflicto disminuye gradualmente y las partes se reconcilian sin discutir el tema de la disputa. En ambos casos, la esencia del conflicto permanece, lo que significa que se congela y puede estallar nuevamente en el futuro.

La victoria de una de las partes y la transición a otra forma tampoco garantiza el agotamiento completo del conflicto. Por lo tanto, la mejor salida es la resolución constructiva de la situación del conflicto. Esta es la única opción en la que uno puede estar seguro de que la confrontación no estallará con un vigor renovado