Síndrome del rescatador: qué es, síntomas, cómo deshacerse de él

Vuelo

El deseo de ayudar a sus propios colegas y amigos, bastante natural, contribuye a la mejora de las relaciones y también trae beneficio mutuo a todas las partes. Sin embargo, vale la pena entender que el deseo de ayudar no siempre se explica solo por buenas intenciones. Hay una categoría de personas que no solo quieren beneficiar a otras personas y experimentan una ayuda emocional aguda. Tal peculiaridad de personalidad se llama «síndrome del rescatador». En este artículo, consideraremos cuál es el síndrome del rescatador, cómo se manifiesta, por qué ocurre y cómo deshacerse de él.

¿Qué es el síndrome de salvavidas?

El síndrome de salvavidas es una tendencia patológica de una persona a participar en proporcionar todo tipo de ayuda a las personas que lo rodean, que en la mayoría de los casos ni siquiera se le pide. Como resultado, tal «ayudante» interfiere regularmente en la vida de los demás, lo que causa su insatisfacción y reacciones negativas.

Debe entenderse que tal «rescate» no significa ningún tipo de ayuda, sino solo aquellas acciones que una persona ha realizado arbitrariamente, sin que se le pida que lo haga, lo que resulta en una violación de los límites personales de otra persona. Debido a esto, a menudo se forma una reacción negativa a un motivo aparentemente sincero y positivo de una persona para ayudar a otra persona. Tal «rescatador» comienza a pensar que quienes lo rodean son demasiado injustos y egoístas, cuando en realidad simplemente no necesitaban ayuda.

En psiquiatría, no hay un trastorno de personalidad fijo llamado «síndrome de rescatador». Sin embargo, en la práctica, tal fenómeno es bastante común. Su variante más común es la situación cuando ayuda a una persona a convertirse en coerción. Sin embargo, debe entenderse que las personas que sufren de «síndrome de salvavidas» son tan adictas como fumadores, alcohólicos, etc.

El síndrome de salvavidas fue descrito por primera vez en 1968 por el psicoterapeuta Stephen Karpman. Creó un concepto psicológico, más tarde llamado «Triángulo de Karpman», dentro del cual se formó el sistema de relaciones entre la «víctima», «agresor» y «rescatador».

Síntomas del «Síndrome del rescatador»

Una persona propensa al «Síndrome de rescatador» tiene las siguientes características:

  • Considera necesario ayudar a otras personas, guiadas no por buenas intenciones, sino para aumentar su propia autoestima;
  • Busca controlar el comportamiento de los demás, quiere participar en la resolución de sus problemas, evitando así resolver sus propios problemas;
  • Hace el mayor esfuerzo posible para sentirse útil;
  • Siempre sabe lo que es «bueno» para los demás mejor que los demás;
  • Se siente superior a los demás al tener un impacto en la vida de los demás;
  • Siente culpa o vergüenza cuando no ayuda a los demás. Esto muestra una falta de egoísmo saludable en una persona.

Puede sonar extraño, pero las personas que tienen un egoísmo saludable, a menudo viven vidas más felices que aquellas que dirigen todos sus esfuerzos en beneficio de los demás. En este caso, por supuesto, es mejor mencionar una personalidad con notas de egoísmo que un «rescatador», porque este último siempre dependerá de otras personas. Sí, él lleva bien en sí mismo, pero no lo muestra en relación con sí mismo, y no siempre este bien tiene que ubicar.

Razones para la formación del «Síndrome del rescatador»

El síndrome de salvavidas en la mayoría de los casos se forma en una persona en la infancia, y hay varias razones que conducen a su formación. Según los psicólogos, el principal es la negligencia de las necesidades básicas del niño por parte de los padres. Por ejemplo, si una persona no recibió suficiente atención y atención en la infancia, entonces en la edad adulta puede convertirse en una persona con una tendencia a hiperopáque. De esta manera, compensa su propia sed de atención, que le faltaba en la infancia. En psicología, esta situación, cuando una persona hace a otros lo que le gustaría obtener, se llama Proflexia.

Otra razón bastante común es el deseo de controlar a otras personas. Vale la pena entender que el «Síndrome de rescatador» es a menudo una forma especial de manipulación en relación con una persona (que se ve obligada a ayudar). De esta manera, una persona se da cuenta de su propio poder, porque tal ayuda provoca una oleada de sensación de superioridad.

Sin embargo, hay otras razones, como el miedo a la imprevisibilidad excesiva del mundo que nos rodea. Como resultado, los intentos de controlar a otras personas de cualquier manera se consideran medidas para garantizar una seguridad subjetiva. De esta manera, una persona crea la ilusión de estabilidad en su propia vida.

No se debe descartar a aquellas personas que se preocupan excesivamente por los problemas y preocupaciones de otras personas. En tal caso, tienden a hacer el mayor esfuerzo posible para ayudar y superar ese problema, a pesar de los obstáculos que se presenten.

Efectos negativos del síndrome del salvavidas

Si se ha dado cuenta de que padece el síndrome del salvavidas, entonces es necesario actuar. Debes darte cuenta de que tu sobreprotección hacia otras personas puede formar en ellas un cierto desamparo, acostumbrados al juego constante del papel de víctima. Recuerda siempre el dicho que “si le das a un hombre un pescado, se alimentará durante un día, pero si le enseñas a pescar, se alimentará toda su vida”. Trate de no ser un salvavidas que sobreprotege constantemente a una persona, sino alguien que le avisará sólo cuando sea absolutamente necesario.

Además, estar demasiado centrado en otras personas y sus problemas le impide centrarse en su propia vida. Puedes hacer todo el autodesarrollo que quieras, pero mientras el deseo de lidiar con la vida de los demás te interese más que tu propia vida, no lo lograrás.

Además, los socorristas siempre están rodeados únicamente de víctimas. Esto es lógico, porque esas personas no buscan comunicarse con personas autosuficientes. Como resultado, puedes notar que todos tus amigos y conocidos se quejan constantemente de la vida y crean una atmósfera negativa. Como resultado, puedes terminar dañando tu propia salud, ya que siempre tendrás que dedicar un gran esfuerzo para superar las emociones negativas de otras personas.

¿Cómo deshacerse del síndrome del salvavidas?

Por supuesto, ayudar a otras personas siempre es agradable, pero nunca debes dejar que se desarrolle el síndrome del salvavidas. Recuerde siempre sus propios intereses y el sentido de la proporción. Los siguientes consejos pueden ayudarle con esto:

  • Evite cualquier intento de ofrecer ayuda y consejo a menos que se lo pidan. Por supuesto, esta regla no se aplica en caso de emergencia;
  • Desarrolla tu propia autosuficiencia.
  • Aprenda a decir «no» a otras personas. No permita que se reposen sobre su cuello.
  • No permitas que ayudar a otros perjudique tus intereses y objetivos.
  • Recuerda que tu ayuda debe ser únicamente desinteresada.
  • Aprenda a pedir ayuda a los demás usted también.

Conclusión

Recuerden amigos, ayudar a los demás es bueno, pero con moderación. Si el deseo de ayudar se vuelve fanático, no beneficia a ninguna de las partes. Por lo tanto, es necesario vigilar estrictamente que los intentos de ayudar a otros no vayan en contra de sus propios deseos, y si ayuda, debe hacerlo con cuidado y discreción.