Qué es la utopía: concepto, ejemplos, signos de utopía

Belleza en el contexto de un castillo.

La palabra «utopía» se suele utilizar para mostrar que algunas suposiciones o previsiones suenan demasiado hermosas, pero al mismo tiempo absolutamente incumplidas. El significado aproximado de este término es obvio para todos. Sin embargo, no todo el mundo entiende qué es realmente la utopía, cuántas teorías filosóficas se esconden detrás de este concepto y hasta qué punto las distintas ideas utópicas han influido en la historia de la humanidad. Hoy llenaremos este vacío respondiendo estas y otras preguntas en detalle.

¿Qué es una utopía?

Utopía es un lugar ficticio con condiciones ideales para la vida y la felicidad universal. En literatura, este término se refiere al género de obras que describen todo tipo de mundos utópicos. Casi todas estas obras son fantásticas y describen un futuro lejano, una realidad alternativa o un pasado que nunca existió.

Existen dos versiones populares sobre el origen del término. Según el primero, se forma a partir de las palabras griegas οὐ (no) y τόπος (lugar), por lo que puede traducirse como “lugar inexistente”. Otra versión tiene εὖ como primera palabra, que se traduce como «bueno». En consecuencia, se implica «buen lugar».

Se considera que el autor del término es el escritor inglés Tomás Moro. Tuvo una excelente educación, pues pasó casi toda su juventud y juventud estudiando con los mejores abogados, filósofos y humanistas del Reino. Armado con esta rara combinación de conocimientos y habilidades, desarrolló el concepto de estado ideal, que describió en su famoso libro «Utopía», publicado en 1516.

Originalmente, la Utopía de Moro era el nombre de una isla ficticia en la que se encontraba un estado ideal. Más tarde, la palabra se convirtió en nominativa y comenzó a denotar mundos ficticios similares con condiciones ideales para la vida, así como el género literario que describe estos mundos.

Hoy en día, el término suele aplicarse a cualquier fantasía incumplida. Por ejemplo, si una persona empieza a soñar con el futuro y describe planes demasiado hermosos, se dice que esto es una utopía y que debería razonar con los pies en la tierra. Si un político habla del futuro y lanza hermosas promesas, también se dice que está pronunciando un discurso utópico. En este contexto, la palabra «utópico» adquiere una connotación negativa e implica que el político es populista.

Signos de utopía

Casi todas las obras que describen mundos utópicos tienen una serie de rasgos característicos:

  1. Por lo general, la realidad utópica existe en un período de tiempo estricto, no tiene futuro ni pasado.
  2. Todos los habitantes de la utopía confían sinceramente en la justicia y la idealidad del mundo en el que viven. Todos se caracterizan por un punto de vista común, no hay personajes distinguidos con una personalidad distinta.
  3. La sociedad está organizada de tal manera que no hay conflictos entre las personas.
  4. La utopía está protegida del mundo exterior, nadie se va o llega. A menudo, los habitantes ni siquiera adivinan que en algún lugar fuera de su estado hay otros países.
  5. La vida en una sociedad utópica está bien ajustada, todo se proporciona y se piensa perfectamente. Nada puede salir mal.
  6. Dado que el mundo de la utopía es ideal, es imposible satirizar la realidad en él. Siempre se opone a la realidad.

Estas son características típicas características de la mayoría de las utopías. Debe tenerse en cuenta que en diferentes momentos las ideas sobre mundos utópicos cambiaron, reflejando los problemas sociales, económicos y políticos relevantes para ese período.

Ejemplos de utopía

Comparando obras utópicas escritas en diferentes momentos, no es difícil notar cómo los pensamientos del autor están influenciados por los detalles de su época. Consideremos algunos ejemplos ilustrativos.

1. «El estado» de Platón (370 a. C.).

Este trabajo está escrito en forma de diálogo. El narrador habla con diferentes personajes, y esta comunicación nos permite comprender la imagen general del mundo. El trabajo describe un mundo en el que los deberes se dividen claramente entre tres propiedades:

  • Filósofos: los sabios que gobiernan el estado;
  • los guardianes, los guerreros que protegen al estado de las amenazas;
  • Atendadores de pan: productores de bienes para la vida, proporcionando productos materiales para todos.

En el «estado» de Platón no hay propiedad privada. Todos los bienes son comunes. Las esposas y los niños también son comunes.

2. «Ciudad del Sol» de Tommaso Campanella (1602).

El filósofo italiano Tommano Campanella escribió este trabajo mientras estaba en prisión. En su mundo ideal no hay desempleo. Todas las personas están obligadas a trabajar, y todos están involucrados en el trabajo para el que tiene talento, y el día de trabajo es de 4 horas. Además, todas las personas están obligadas a desarrollarse.

Campanella, como Platón, niega la institución del matrimonio. En su entendimiento, las personas no deben unirse con ningún vínculo, limitando su libertad. Los amantes pueden formar sindicatos con la condición del consentimiento mutuo. En este caso, hay una cierta blusa gobernante, seleccionando a cada pareja «recomendada», con quien es posible tener hijos. A la cabeza del estado hay un filósofo sacerdote.

3. «The Andromeda Nebula» de Ivan Efremov (1956).

Este trabajo describe un comunismo ideal. Todas las personas son amigables, tienen una educación excelente, no se sienten atraídos por la riqueza y los excesos, tienen buena salud y viven a una edad promedio de 170 años. Hay suficientes recursos materiales para proporcionar una vida feliz para toda la población, ya que la industria está completamente automatizada. Al mismo tiempo, todos los ciudadanos del planeta tienen los mismos derechos de voto, que pueden usar para votar sobre el desarrollo adicional del planeta y la sociedad.

Utopía y utopianismo

Como ya lo hemos descubierto anteriormente, la utopía es un lugar ideal que no existe y no puede existir en la realidad. En tal lugar, la sociedad vive de acuerdo con las leyes ideales, todas las personas son felices, saludables e inteligentes, no hay ninguna forma de desigualdad y explotación. Por supuesto, tal sociedad no puede existir, ya que uno no puede excluir completamente la presencia del deseo de la violencia y el comportamiento desviado. Por lo tanto, la realidad utópica se considera únicamente como una idea teórica: un sueño hermoso, no realizable en la realidad.

El utopismo es una cosmovisión más radical que implica una creencia real de que se puede crear una sociedad ideal. Los utópicos plantean la utopía como objetivo, lo promueven y piden ciertas acciones. Si alguna idea utópica se posiciona como un futuro brillante que está a punto de construirse, eso es el utopianismo. El ejemplo más famoso de la historia es, por supuesto, las enseñanzas de Karl Marx, que se desarrolló originalmente con la expectativa de realización en la vida real.

El concepto de utopía de Thomas More

La «utopía» de Thomas More es el nombre de una isla en la que existe ese estado ideal con el mejor acuerdo. El autor no explica el nombre, pero se cree que se traduce como «en ninguna parte» o «un lugar inexistente». Contrasta la isla ficticia con la Inglaterra de la época, cuando era la norma sacar a las personas de la tierra que habitaban para expandir los pastos de ganado.

Al humanista Moro le molestó esta circunstancia, por lo que la primera parte del libro se basa en la crítica al orden inglés, la militancia del reino y el bajo precio de la vida humana. En la segunda parte, pasa a la descripción de Utopía: una isla fantástica en la que se construye un estado ideal. Tiene sólo 54 ciudades, con 6. 000 «familias» viviendo en cada ciudad, y cada familia está compuesta por entre 10 y 16 adultos. Todo el mundo está obligado a trabajar, pero la jornada laboral dura sólo 6 horas.

Una jornada laboral típica en el siglo XVI duraba entre 12 y 16 horas, por lo que 6 horas era un sueño inalcanzable para un trabajador de la época.

Cada uno en Utopía trabaja según su vocación. Esto le permite ser lo más eficiente posible mientras hace lo que ama. También en la isla existe una especie de servicio militar obligatorio, similar al servicio obligatorio en el ejército. Cada habitante de la ciudad tiene que trabajar en una familia del pueblo durante 2 años.

Sólo personas con un nivel muy alto de inteligencia y educación se dedican a la gestión. Las personas más inteligentes y sabias trabajan en el Senado, que está encabezado por un príncipe (adem). El príncipe es elegido por el Senado y luego gobierna de por vida, pero puede ser despojado de su título por despotismo.

Entre las características más interesantes de Utopía se encuentran la falta de propiedad privada y una legislación muy simple debido a la baja tasa de criminalidad. La isla tiene un ejército fuerte, que sólo necesita para defenderse. Todas las religiones son bien tratadas en la isla, pero todos deben creer en algo, ya que el ateísmo está prohibido.

Socialismo utópico

Karl Marx trazó una línea clara entre el socialismo utópico y el científico. Posteriormente, el concepto de comunismo se formó precisamente sobre la base del socialismo científico, ya que Marx no consideraba el componente utópico como algo que pudiera realizarse. Junto con Friedrich Engels, criticó el idealismo occidental, haciendo las siguientes afirmaciones:

  1. Falta una base real sobre cómo construir una nueva sociedad. Marx creía que era necesario no construir desde cero, sino transformar lo que existe.
  2. Los utópicos de la época soñaban con la utopía pero no describían el proceso de transformación del mundo. El marxismo creó un plan detallado para lograr el objetivo.
  3. En cualquier literatura utópica, el Estado es un sistema cerrado que no interactúa con el mundo exterior. Además, existe como si estuviera congelado: no cambia ni se desarrolla.

El concepto de «socialismo utópico» fue introducido por Tomás Moro. Fue desarrollado aún más por Friedrich Engels y más tarde por Karl Kautsky. Curiosamente, Kautsky es considerado uno de los principales creadores del concepto de comunismo, junto con Marx y Engels, pero su nombre se menciona con mucha menos frecuencia.

En qué se diferencia la utopía de la distopía

La distopía es lo opuesto a la utopía. Este término se refiere a una sociedad que ha caído en mal estado como resultado de una catástrofe provocada por el hombre, una pandemia, un cataclismo o intentos de construir una utopía. Además, la distopía es un género de literatura y películas que describen situaciones correspondientes.

El término distopía apareció en la literatura cuando Glenn Negley y Max Patrick lo utilizaron en su trabajo conjunto En busca de la utopía, que publicaron en 1952. Curiosamente, el término «distópico» apareció casi un siglo antes. Fue utilizado por el filósofo británico John Mill en 1868.

Dystopia examina escenarios fallidos para el desarrollo de la sociedad utilizando tendencias muy reales. Por ejemplo, cuando hace varias décadas hubo un fuerte aumento en la influencia de las corporaciones internacionales, se hicieron populares las obras (y más tarde las películas) que describen cómo las corporaciones se apoderaron del mundo y lo remodelaron a su gusto. Por lo general, las distopías reflejan miedos y preocupaciones reales característicos de una época en particular.

Como ejemplos vívidos del género se pueden citar «1984» y «Animal Farm» de George Orwell, «The Time Machine» de H. G. Wells, «451 Degrees Fahrenheit» de Ray Bradbury y «Oh Wonderful New World» de Aldous Huxley. A los fanáticos de la literatura rusa se les recomienda leer «La Tierra» de Valery Bryusov, «Nosotros» de Yevgeny Zamyatin y «Kotlovan» de Andrei Platonov. Por supuesto, no te puedes perder “La isla habitada” de Strugatsky y “La hora del toro” de Ivan Efremov.

Conclusión

La idea de la utopía es ofrecer un modelo de disposición de una sociedad ideal. Cada autor, a su manera, comprende qué es la utopía y qué debería ser. En él refleja sus propios deseos, formados bajo la influencia de los problemas actuales. Al mismo tiempo, busca mostrar su visión de la sociedad ideal, presentar un modelo mejorado de relaciones entre las personas, en el que no habrá desigualdad de clases ni discriminación.

Sin embargo, es importante tener en cuenta una circunstancia que contradice todas las utopías: la humanidad está en constante desarrollo y necesita desarrollo. Las utopías siempre representan un cierto estado «conservado», aunque próspero, pero sin posibilidad de desarrollo. Este es uno de los principales obstáculos para la realización de cualquier utopía.