¿Qué es la «navaja de afeitar de Occam» en un lenguaje simple? Ejemplos, significado

William Occam

«Occam’s Razor» es uno de los principios filosóficos que se usa para simplificar los principios al abordar un juicio o explicación de un fenómeno, evento u objeto particular. Este enfoque se inventó en la antigüedad, pero continúa siendo relevante a lo largo de los siglos. En este artículo, veamos cómo se usa en el contexto de la vida moderna.

¿Qué es la «navaja de afeitar de Occam»?

«Occam’s Razor» es un principio filosófico, en la interpretación más famosa que suena como: «No se debe multiplicar las cosas innecesariamente». En términos simples, la navaja de afeitar de Occam significa que uno no debe exagerar o multiplicar ciertas entidades o fenómenos al explicar un evento, fenómeno u objeto particular si esta complicación no es necesaria. Es decir, se propone que el problema se explique por las opciones más simples disponibles en lugar de crear definiciones extremadamente complejas que involucren entidades adicionales. Al mismo tiempo, la palabra «maquinilla de afeitar» implica que se cortarán todos los significados y complicaciones adicionales.

Si pasamos a la aplicación práctica del concepto, es muy simple. Supongamos que tenemos dos enfoques para definir un fenómeno: uno de ellos requiere el uso de un conjunto de hechos, definiciones y condiciones, es decir, tres entidades, y el segundo enfoque requiere el uso de cuatro entidades, pero ambos enfoques conducen al mismo resultado deEl punto de vista cualitativo. En tal caso, se debe elegir una formulación más simple, ya que la cuarta entidad redundante no tiene un impacto grave en el resultado y, por lo tanto, no hay necesidad de usarla.

Cabe señalar de inmediato que la navaja de afeitar de Occam no es una regla estricta que prohíbe la introducción de definiciones complejas. Es solo una recomendación, según la cual todas las hipótesis deben analizarse cuidadosamente, porque puede haber una solución más simple al problema.

El principio de la navaja de afeitar de Occam fue formulada y creada por William Occam (1285-1347).

William Occam

William Occam era un monje franciscano que nació en Inglaterra. Occam puede considerarse una de las principales figuras de escolasticismo en la Edad Media. Era un hombre extremadamente educado: se graduó de la Universidad de Oxford.

Ejemplos de uso de la navaja de afeitar de Occam

Consideremos dos ejemplos históricos vívidos. El primero de ellos está relacionado con la situación en la que los estudiantes de Platón le pidieron a su maestro que les explique qué es un ser humano. Platón les respondió que el hombre es un animal con dos piernas y sin plumas. Diógenes, que era el contemporáneo de Platón, se molestaba esta formulación, trajo un pollo arrancado y declaró que era entonces un ser humano si se creyera Platón. Platón luego hizo un comentario menor, diciendo que las uñas planas eran otro requisito previo.

El segundo ejemplo sorprendente es un diálogo entre Napoleón y el matemático Laplace. Napoleón, que prestó gran atención a la ciencia, a menudo se cruzó con los científicos de la época, y se preguntó por qué el matemático y astrónomo italiano Laplace había escrito un gran trabajo en el sistema mundial, pero nunca mencionó a su creador. Cuando Napoleón le preguntó a Laplace por qué, este último respondió: «Señor, no necesito esta hipótesis».

Vale la pena señalar que en los años siguientes, los científicos y pensadores presentaron varios pensamientos y variantes de modificar la definición de la navaja de afeitar de Occam. Por ejemplo, Albert Einstein propuso una revisión del principio de Occam. Según la formulación de Einstein, el principio debería haber sonado de la siguiente manera: «Todo debe simplificarse mientras sea posible».

La navaja de afeitar de Occam también fue rediseñada para el lenguaje de información en un momento en que la tecnología de la información se estaba volviendo más activa y más rápida. Según esta versión de la navaja de afeitar de Occam, el mensaje más preciso es el que tiene la longitud mínima.

Cómo apareció el término «navaja de afeitar»

Como ya hemos mencionado, la aparición de esta hipótesis está directamente relacionada con el monje y el filósofo William Occam. Constantemente señaló en sus obras que si es posible describir un fenómeno o evento particular sobre la base de menos definiciones y supuestos, entonces uno no debe recurrir a más suposiciones. Sin embargo, para ser justos, debe tenerse en cuenta que este concepto no le pertenece, solo lo reformuló y lo difundió, ya que Aristóteles compartió reflexiones lógicas similares.

Oficialmente, el término «Razor de Occam» llegó mucho más tarde, y el clérigo no tenía idea de que se llamaría por su nombre. La palabra «maquinilla de afeitar» en nombre del concepto actúa como una herramienta para cortar entidades y formulaciones innecesarias. Cualquier hechos, teorías o suposiciones no probados empíricamente, es decir, en la práctica, podría clasificarse como tales.

También hay nombres alternativos para este enfoque, entre ellos «Occam’s Blade», «Ley de Economía».

Un hecho interesante es que el propio William Occam quería usar un concepto de este tipo para demostrar la existencia de Dios. En su opinión, ninguna definición es válida a menos que se haya demostrado en la práctica, se describe en la Biblia o contradice la voz del sentido común. Él creía, sin embargo, que no había razón para dudar de la existencia de Dios, ya que para él era una cuestión de fe que no debería considerarse científicamente.

Un enfoque moderno para la navaja de afeitar de Occam

Desde el punto de vista de la ciencia moderna, la navaja de afeitar «Occam» es un principio que usa los científicos cuando hay una gran cantidad de teorías que no se contradicen entre sí en el significado, pero se caracterizan por la complejidad de la formulación. En tal caso, se sugiere utilizar la explicación más simple de un fenómeno o evento. También es posible obtener una nueva formulación de este principio: «No hay necesidad de crear nuevas reglas o leyes que describan el principio de operación de nuevos eventos o fenómenos, si se describen perfectamente por las reglas y leyes ya existentes».

Sin embargo, se debe hacer una nota importante aquí. Este concepto filosófico se puede usar solo si no corta ciertas declaraciones lógicas, es decir, no estropea la esencia de la definición.

Una definición derivada de la navaja de afeitar de Occam debería explicar un fenómeno tan exhaustivamente como una definición más compleja.

La historia del término sugiere una conclusión similar, a partir de su introducción por Aristóteles en el siglo IV a. C. y terminando con la formulación moderna creada por el matemático Leibniz. Luego queda claro que si una explicación simple es capaz de explicar completamente un evento o fenómeno particular, no es necesario introducir factores u objetos adicionales. Sin embargo, si la formulación no es completa y exhaustiva, significa que la navaja de afeitar de Occam no se puede usar, y se debe introducir una definición más compleja.

Conclusión

Vale la pena señalar que la navaja de afeitar de Occam, a pesar de toda su utilidad, tiene algunas deficiencias. En muchos aspectos, se explican por las limitaciones de la ciencia de esa época. La ciencia moderna se da cuenta perfectamente de que la explicación más simple no siempre es cierta.

Y aquí es donde esta interpretación es útil: la vida cotidiana, porque nos permite darnos cuenta de que no necesitamos complicar nuestras vidas cuando no hay necesidad de ello. Incluso hay un concepto completo dedicado a este enfoque, llamado esencialismo.