Atribución causal: lo que es en palabras simples, ejemplos

La conversación en la oficina

La psique humana es una de las creaciones más complejas de la naturaleza. Por supuesto, no siempre puede funcionar perfectamente, y algunas de sus funciones a menudo no funcionan como deberían, contribuyendo a las distorsiones cognitivas y otros fenómenos perceptivos. Uno de esos fenómenos es la atribución causal, una característica de la psique que nos hace sacar conclusiones incorrectas sobre los demás y sus motivos. Hoy hablaremos sobre qué es, cómo se manifiesta, cómo se explica y cómo a menudo afecta nuestras vidas.

¿Qué es la atribución causal?

La atribución causal es un fenómeno psicológico en el que explicamos las acciones de los demás en función de lo que sabemos sobre ellos y cómo los percibimos. Esta característica de la percepción puede funcionar en relación con una persona, una cierta comunidad de personas o un grupo social. Al mismo tiempo, las conclusiones que sacamos generalmente se basan en nuestras expectativas, condicionadas por la experiencia de la vida.

El término «atribución causal» es de origen latino. Se deriva de las palabras causa (traducidas como «causa») y atribución (para asignar, para atribuir una propiedad). Es decir, literalmente, se puede leer como «causas de atribución».

Este fenómeno está relacionado con la percepción y el pensamiento. Se basa en completar la imagen y reconstruir la información faltante. Una persona involuntariamente encuentra explicaciones simples para las acciones realizadas por otras personas y él mismo. Al mismo tiempo, las emociones a menudo interfieren con el pensamiento lógico, por lo que la atribución causal se manifiesta más vívidamente cuando una persona explica los éxitos y los fracasos (tanto de otras personas como las suyas).

El término «atribución» se usa para denotar la atribución de varias propiedades, y la palabra «causal» implica que estamos hablando de causas. Esta combinación de palabras fue utilizada por primera vez por el psicólogo austriaco Fritz Haider, quien investigó cómo las personas interpretan la información cuando hay falta de datos.

Ejemplo de atribución causal

La atribución causal es una característica perceptiva común para todas las personas, y probablemente la haya experimentado de una forma u otra. Se manifiesta en el hecho de que encontramos una explicación de las acciones de otra persona que corresponde a nuestras propias expectativas. En este caso, las expectativas a menudo están dictadas por emociones y actitudes hacia la persona. Piense en una situación en la que alguien que conoce llegó tarde para una reunión con usted. En tales situaciones, la razón puede ser cualquier cosa, y no sabemos nada al respecto, pero sacamos conclusiones basadas en cómo percibimos a la persona que llega tarde.

Si estamos acostumbrados a que esa persona llegue mucho tarde, inmediatamente asumimos que él o ella llega tarde debido a su propia irresponsabilidad como de costumbre. Si, por otro lado, estamos acostumbrados a pensar en él como una persona responsable, comenzamos a preocuparnos, suponiendo que tenga algo mal. También nuestro estado psicoemocional afecta nuestras conclusiones prematuras. Si tenemos prisa y nerviosos, aumenta la probabilidad de reprochar a una persona por irresponsabilidad.

Errores típicos de atribución causal

Como se señaló anteriormente, la característica clave de este fenómeno es que las explicaciones encontradas para las acciones de otra persona o de uno no siempre corresponden a la realidad. Consideremos algunos errores típicos que surgen de esto.

1. Error de atribución fundamental

Los psicólogos creen que este error es peculiar para todos, aunque este punto de vista tiene sus oponentes. La esencia del error es que inconscientemente atribuimos nuestros éxitos a las cualidades personales y las fallas a la influencia de las circunstancias. Al mismo tiempo, al observar los éxitos de otras personas, preferimos explicarlos por suerte o el patrocinio de alguien, y a menudo explicamos los fracasos de otras personas por sus propias deficiencias y errores.

El psicólogo social estadounidense Lee Ross ha identificado las siguientes causas del error de atribución fundamental:

  • Falso acuerdo. Es inherente a todas las personas considerar su propio punto de vista, así como sus propias ideas sobre la moralidad y la ética, como las más correctas en todas las circunstancias. Si el comportamiento de alguien contradice estas ideas, se explica por sus características personales.
  • Oportunidades desiguales. Al evaluar el comportamiento de otra persona, se subestima la influencia de la posición de roles en la que se encuentra esta persona.
  • Prioridad de confianza a los hechos que no requieren comprensión. La personalidad es el hecho más notable, que es lo primero al que se debe prestar atención. Al mismo tiempo, las circunstancias de la persona aún deben ser evaluadas. Por lo tanto, al evaluar el comportamiento de otra persona, el enfoque se centra en los hechos, mientras que las circunstancias siguen siendo un fondo discreto.
  • Ignorando la importancia de los eventos que no han sucedido. Tendemos a percibir solo lo que sucedió, pero no le damos importancia a los eventos que no sucedieron, incluso si sabemos que se evitó a través de los esfuerzos de otra persona.
  • Correlaciones falsas. Al observar a otra persona, podemos combinar rasgos de personalidad no relacionados, creyendo que siempre están concurrentes. Esto a menudo se manifiesta al atribuir ciertos rasgos de carácter o habilidades intelectuales a las personas en función de su apariencia.

Un ejemplo de un error de atribución fundamental:

Imaginemos la siguiente situación: usted y su compañero de trabajo comienzan a trabajar en proyectos similares. Si el proyecto de su colega no es tan exitoso, lo atribuye al hecho de que él o ella es menos talentoso, menos preparado y pone menos esfuerzo en el trabajo. No piensa en el hecho de que las circunstancias externas, tanto relacionadas con el trabajo como no relacionadas con el trabajo, pueden estar interferiendo.

Explicar el éxito o el fracaso de una persona por los rasgos de personalidad se llama disposición interna. Si el proyecto de su colega es más exitoso que el suyo, es muy probable que lo explique por el hecho de que algunas circunstancias le impiden hacerlo. Este fenómeno se llama disposición externa. En esencia, es un mecanismo de defensa que te ayuda a evitar la rumia y no a cargar la situación con preocupaciones innecesarias.

2. Diferentes percepciones del participante y el observador

Una persona evalúa el papel de las cualidades y las circunstancias personales de manera diferente dependiendo de si es un participante directo de los eventos o los observa desde el exterior.

En el primer caso, analiza las circunstancias con más detalle y les otorga más importancia. En el segundo caso, prácticamente no los nota ni los considera sin importancia.

3. Sesgo cultural

Hay muchos estereotipos asociados con diferentes características nacionales. Estos prejuicios no están necesariamente relacionados con el chovinismo, pero todavía hay ciertos rasgos de carácter que comúnmente se atribuyen a representantes de diferentes naciones. Por ejemplo, se cree que los asiáticos son más colectivistas, mientras que los europeos son en su mayoría individualistas.

En el espacio postsoviético, también hay muchos estereotipos asociados con las peculiaridades conductuales de ciertas naciones. La mayoría de estos prejuicios se transmiten principalmente a través de anécdotas, pero esto no impide que las personas los tomen en serio y les permitan influir en su actitud hacia los demás.

4. Atribución de disposición

Este es el juicio de la personalidad de una persona basada en su comportamiento. Por ejemplo, si una persona se comporta groseramente hacia nosotros en una situación, suponemos que tiene un mal carácter. Al mismo tiempo, no creemos que en este momento esté de mal humor, llega tarde en algún lugar o él mismo está irritado por el comportamiento de otra persona. Por lo tanto, sacamos conclusiones sobre la personalidad de una persona, ignorando por completo los factores situacionales.

5. Atribución egoísta

Cuando una persona recibe una recompensa en el trabajo, la atribuye a su mérito y profesionalismo. Al mismo tiempo, explica la falta de aliento esperado por el hecho de que a sus superiores no les gusta. Anteriormente, los psicólogos creían que esta es una reacción defensiva, que permite preservar la autoestima. Pero ahora se cree que las personas tienden a considerar como su merece aquellas circunstancias que cumplen con sus expectativas («¡Trabajé en esto y obtuve esto!»).

6. Atribución defensiva

Es difícil para cualquier persona admitir que fue su error lo que condujo a pérdidas. Por lo tanto, para protegerse de preocupaciones innecesarias, cree que las circunstancias externas tienen la culpa de su fracaso. La atribución protectora también se puede dirigir a otros.

En particular, la mayoría de las personas tienen una convicción interna de que los malos accidentes ocurren solo para las personas que los merecen (esto explica, por ejemplo, el culto a las víctimas). Esto les ayuda a sentirse seguros en la creencia de que no merecen malos eventos.

Teorías de la atribución causal

Hay varias teorías diferentes que explican el mecanismo de acción de la atribución causal. Dicho esto, los más populares son dos de ellos, cada uno de los cuales debe examinarse en detalle.

Teoría de la correspondencia

Esta teoría fue creada por los psicólogos Edward Jones y Keith Davis. Presumieron que las personas tienden a ver cualquier comportamiento de los demás como intencional y lo atribuyen a los rasgos de personalidad. Esto debería ayudarnos a comprender mejor lo que podemos esperar de las personas en el futuro. Si una persona se ha comportado de manera amigable, asumimos que es amigable y se comportará de la misma manera en el futuro.

Por lo tanto, según esta teoría, la atribución causal es la tendencia a hacer inferencias naturales de que las acciones de una persona son completamente consistentes con su mundo interior. Los autores introdujeron el concepto de «inferencia corresponsal» para referirse a la situación cuando un observador atrae una inferencia sobre la personalidad de una persona de su comportamiento. Argumentan que dibujamos esta inferencia basada en fuentes de información como:

  • Libertad de Elección. Si una persona tuvo la oportunidad de elegir y elegir esta acción en particular, significa que se explica por sus rasgos de personalidad.
  • Aleatoriedad o intencionalidad del comportamiento. Si ciertas acciones son cometidas por una persona intencionalmente, tratamos de explicarlas por factores internos, si algo resultó ser accidental, buscamos razones externas.
  • Conveniencia social. Si alguien realiza acciones caracterizadas por una baja deseabilidad social (es decir, «incorrecto»), se explican por los rasgos de personalidad.
  • Personalismo. Si las acciones de alguien nos afectan, asumimos que se deben a los rasgos de personalidad de la persona.
  • Relevancia hedónica. Nuestras conclusiones sobre las cualidades personales de otra persona también están influenciadas por si sus acciones nos han beneficiado o perjudicado.

Modelo de covarianza de Kelly

El autor de esta teoría de la atribución es el psicólogo social estadounidense Harold Kelley, quien lo publicó en 1967. Representa un modelo lógico según el cual las personas explican cierto comportamiento por motivos internos o factores externos.

En estadísticas matemáticas, el término «covarianza» se refiere a la dependencia mutua de dos variables aleatorias. Dentro del modelo de Kelly, la covarianza se refiere a la dependencia de la atribución de los factores aleatorios que el observador nota y tiene en cuenta.

Según Kelly, al interpretar el comportamiento de otra persona, las personas usan inconscientemente los mismos principios que los científicos usan en su investigación. Específicamente, identificó tres criterios:

  • Consenso (similitud).¿El comportamiento de la persona es consistente con el comportamiento típico común para la mayoría de las personas?
  • Diferencia.¿Los comportamientos de la persona hacia el observador difieren de los que hacia otras personas?
  • Consistencia. En todas las situaciones, ¿la persona se comporta de la misma manera hacia el observador, o el comportamiento de la persona depende de la situación?

Como ejemplo, considere la reacción de una persona (que su nombre sea Sergei) a una broma contada en la compañía. Si todos, incluido Sergei, se ríen, podemos concluir que el consenso es alto. Si solo Sergei se ríe, el consenso es bajo.

Si Sergei se ríe cuando este narrador cuenta chistes, pero no es peor que otros, el consenso es alto. Si encuentra divertidos a todas las anécdotas, el distintivo es bajo. Si Sergei siempre se ríe cuando esta persona dice chistes, la consistencia es alta, si no, la consistencia es baja.

Ahora imaginemos una situación en la que los chistes de una persona en particular hacen reír a toda la compañía, pero están menos dispuestos a reír en respuesta a los chistes de otra persona. En este caso, suponemos que Sergei se ríe porque el narrador que lo hizo reír tiene mucho talento para contar chistes. Si solo Sergei se ríe, y se ríe de cada broma, podemos concluir que es simplemente fácil reír.

En el ejemplo descrito anteriormente, suponemos que tenemos la oportunidad de observar cómo se comporta Sergei en diferentes situaciones, cómo reacciona a diferentes narradores y cómo se comportan los otros participantes. En realidad, sin embargo, a menudo no tenemos una gran riqueza de información, y aún encontramos una explicación conveniente para cualquier situación que consideremos suficientemente precisa.

En 1972, Kelly publicó un artículo que extendía su teoría. Lo complementó con principios que explican cómo sacamos conclusiones cuando hay una falta de información. En particular, las creencias personales y la experiencia de vida acumulada compensan esta deficiencia. En su trabajo publicado, Kelly propuso 2 esquemas:

  1. Múltiples razones suficientes. Puede haber varios factores, cada uno de los cuales es suficiente para ejercer la influencia necesaria. Un efecto secundario interesante de este esquema es que devalúa los factores individuales si suponemos que hay múltiples causas de una situación (si una persona llega tarde al trabajo porque no hay agua en el grifo y su autobús se retrasa, no valorael hecho de que él se colocó excesivamente).
  2. Múltiples causas necesarias. Este esquema implica que combinamos artificialmente varios factores para explicar un determinado evento, porque solo una causa tan compleja parece suficiente.

Kelly también describió el «principio de refuerzo», según el cual el papel de la causa es muy exagerado en presencia de factores negativos. Por ejemplo, si una persona ha realizado una tarea a pesar de las dificultades imprevistas, tiene un puntaje de crédito mucho más alto.

Conclusión

La atribución causal es un fenómeno perceptivo relacionado con nuestra necesidad natural de comprender los motivos de otra persona para poder desarrollar más expectativas sobre esa persona. Se proyecta en el segundo peldaño de la pirámide de Maslow (la necesidad de estabilidad y seguridad), porque solo entendiendo las razones de las acciones de otras personas y saber lo que podemos esperar de ellos en el futuro, ¿podemos estar seguros de que estamos a salvo?